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Sacrificio (1986) por Aurea García Fernández



La verdad es que da mucho apuro "despotricar" contra el gran Tarkovski tan premiado y admirado incluso por los más grandes como Bergman o Kurosawa,mas no obstante....bueno,yo sólo he visto su última película Sacrificio (1986) y sólo de ella hablaré.

La peli siendo como es muy rusa (por ejemplo el lento transcurrir de las horas a lo Chejov) es también muy sueca y no sólo porque esté rodada en una plana y solitaria isla sueca o sean suecos muchos de sus actores como el extraordinario 'prota' Erland Josepheson y el 'gurú' de la luz Sven Nykvist su director de fotografía por no hablar de la inmensa profesional Anne Asp responsable de la escenografía sino también porque el nórdico espíritu de Dreyer con sus brujas y milagros anda por allí así como el de Bergman siendo tan diferentes en realidad y no sólo por aquello de los primeros planos del sueco y de los larguísimos planos-secuencias bellisímos por otra parte del ruso sino por algo más: yo por ejemplo nunca me aburrí con Bergman.

TODO es extraordinario en Sacrificio: actores,puesta en escena,técnicos,vestuario y esa luz boreal que nos recuerda por momentos al holandés Veermer,!Dios mio!,esas cortinillas blancas mecidas por el viento que cubren las ventanas dejando pasar diferentes tonalidades e intensidades de luz !una pasada!.

Entonces,¿qué es lo que ocurre?,¿Por qué si todo es tan perfecto y bello llega un momento en el que empiezas a aburrirte?. ¿La cólera del español sentado que dicen que decía Lope de Vega?. ¿Nuestro temperamento latino?. Tal vez alguien con más capacidad intelectual que yo pudiera explicarlo o bueno a lo mejor si yo tuviera esa capacidad no me habría aburrido; no quiero decir con esto que no haya entendido todo lo que sucede en la pantalla,no que va,perfectamente,lo que ocurre es que no me implico,no me aporta nada nuevo,no me emociona,en una palabra bueno en dos: me aburre.

La perfección y la belleza ¿pueden llegar a aburrir?,pues no sé pero acabas cansándote de tanta porcelana bien iluminada, tanta blanca leche derramada,tanto mueble bello y sencillo bien puesto en su sitio para que los espejos cumplan su función y de tanto plano-secuencia maravillosísimo...todo la verdad ¿cómo diría? un poquito artificial,sí;que no digo yo que no sea un hallazgo lo de la leche para visualizar la supuesta explosión nuclear que al parecer se ha producido pero...

Antes de seguir querría decir que aparte lo sueco hay también en la peli su momento Kurosawa (la música japonesa, el kimono que se coloca el 'prota'encima,el ikebana) y !pásmense,señores!...sí,sí,su momento hispano: esos corderos que sin ton ni son cruzan la escena yendo y viniendo sin aparente sentido en la noche boreal ¿no es Buñuel y su "Angel"?, porque no lo he dicho pero las escaleras por las que bajan enejenadas las gentes en el extraño sueño de Alexandre además en blanco y negro son las del "Acorazado" ¿no?,o me estaré pasando: no me extrañaría.

Creo que finalmente me voy a atrever a decirlo,sí,¿no será el "rollo metafísico" o dicho más correctamente el "universo intelectual" de Tarkovski el que nos aburre?. Porque ya digo, yo con Bergman nunca me aburrí. Tarkovski es un hombre de fe y toda fe como sabemos requiere "sacrificios" y aquí precisamente es de lo que se trata: Alexandre,el 'prota',tiene que sacrificarse para así salvar a su familia y ya de paso al mundo entero de una supuesta "guerra final" que se ha desencadenado. Pero,tranquilos,no pasa nada,ahí está María mediadora o bruja salvadora como queramos ( la sirvienta para entendernos) que pasando la noche con Alexandre lo arregla todo. Muy fuerte, de verdad.

La peli comienza acercando la cámara a un grabado de Leonardo da Vinci, "La adoración de los Reyes", en el que aparece un árbol que acaba fundiendose con el que está plantando el protagonista ayudado por su hijito. Después, en otro momento, el amigo-cartero dice hablando del grabado "a mí Leonardo me da mucho miedo" ( y !qué requetebien coloca la frase el actor!: son magníficos,ya digo) y efectivamente a lo mejor a Tarkovski Leonardo con su visión racional, científica, humanista del mundo le asustaba dado que la suya era metafísica, trascendente, o sea religiosa.

Pues bien así acaba tambien con el niño regando el árbol y tumbándose apaciblemente bajo él para decir(!tiene seis años!): "la palabra es lo primero que se inventó dime papá por qué" (el padre va en una ambulancia camino del psiquiatrico) y de nuevo el fundido con el grabado de Da Vinci. A mí esto de Da Vinci me da que pensar, no sé, de verdad pues es cierto que Leonardo es un personaje que se las trae y el tal grabado de los Reyes se las trae pero hasta con campanillas, enfín...

La película como toda obra de arte da para muchísimo más pero aquí corto no sin antes pedir excusas y mil perdones a los amantes del cine de Tarkovski por esta, nunca mejor dicho,"profanación", ya que desgraciadamente a él ya no puedo.

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