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Algo pasa en Las Vegas (2008) por José Luis Martínez Orea


Inicio mi colaboración en El despotricador, empresa familiar pero abierta al infinito, con la crítica de una comedia que se exhibe estos días en los cines de España: ALGO PASA EN LAS VEGAS de Tom Vaugham.


Es una comedia romántica hecha a la medida de la protagonista Cameron Díaz,propósito que hasta los traductores del título en español (en el original What Happens in Vegas) han forzado haciéndolo coincidir con aquel "Algo pasa con Mary" (1998), famosísima comedia gamberra que en su día lanzó a la protagonista. Claro los Farrelly eran otra cosa.

El comienzo es interesante, rápido. Nos mete en el ajo o el embrollo (in media res) como muchas de las comedias clásicas de Hawks, Wilder, Minelli, Bogdanovich, Edwards, con unos primeros minutos en Las Vegas prometedores, pero que, según avanza el metraje, la película se vuelve tópica, previsible, y que, algún diálogo chispeante, alguna réplica realmente cómica, algún personaje secundario (Rob Cordry) hay una sensación generalizada de que la película está muriendo por momentos: Y lo peor es que sus personajes impostan y sobreactúan al darse cuenta de esa muerte anunciada.

Cameron Díaz.¿Por qué los personajes abundantes son tan buenos para la comedia? ¿Por qué los que tienen la boca desbocada, como un buzón de cartas, dan tanto papel? ¿Recuerdan a los dos buzones postales andantes que son Julia Roberts y Cameron Díaz disputándose el novio en "La boda de mi mejor amigo"? Sí Cameron es abundante en todo: los ojos se salen de la pantalla. Los brazos infinitos y las piernas larguísimas (vean las primeras escenas que bien camina con zapatos de tacón). A estas alturas con buenos directores ha aprendido ya a utilizar (movilidad, timidez, guiños, risas) su abundancia en la comedia.

¿Por qué aquí no? Lo peor es el montaje. da la sensación de que, cumplido el fin primordial de hacer una comedia de Cameron Díaz con Aston Cutcher, el nuevo guapo de moda, el joven marido de la talluda Demi Moore, todo lo demás ha salido fallido. Hay varias películas con distintos estilos en una. El final es el principio, no por el estilo, sino por aprovechamiento de descartes valiosos. Anacronismo en el maquillaje, como si la protagonista se hubiera ido a la playa a mitad de una escena. ¿Y que me dicen de la doble trama fallida? ¿Era necesario divorciarse y casarse dos veces? ¿Por qué en vez de ir los protagonistas frente al mar infinito a decir tonterías sobre amor y filosofía, no los manda otra vez a Las Vegas?.

Insoportable la segunda parte por la filosofía que desprende sobre la felicidad y el trabajo. Sobre la vida americana y la empresa privada. ¿Es mejor, más íntegro, trabajar en una ebanistería que en la bolsa? ¿Son así los jueces, los chinos integrados, los servicios sociales, las fiestas de empresa?.

Con ALGO PASA EN LAS VEGAS pasa que, si no la ve no pasa nada y, si la ve, tampoco. En fin, El Despotricador que mejor despotrique, buen despotricador será…

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