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Las vacaciones del señor Hulot (1953) por El Despotricador Cinéfilo
Quizás sea un problema mío, pero Tati no me hace gracia. Y se que es un problema, porque reconozco objetivamente que es un auténtico genio de la comedia, muy a la altura de ese Chaplin y Keaton, que tanto homenajea constantemente. Pero a pesar de haber visto tanto Mi tío como Las vacaciones del señor Hulot no consigo meterme en su sentido del humor.
Es decir, detecto y valoro cada una de los aciertos del guión, veo el gran talento que hay en la planificación de cada escena, comprendo porque es una Obra Maestra del cine, valoro todas las virtudes de su corta filmografía y objetivamente me rindo incondicionalmente a su gran talento para la comicidad y para la innovación, así como para su sutileza de incluir leves (pero incisivas) críticas sociales. Resumiendo, por ser uno de los cineastas más talentosos, peculiares y singulares que ha dado el cine.
Pero claro, cuando se trata de disfrutar, es mejor que algo te llene del todo subjetivamente y no objetivamente. Como amante del Séptimo Arte agradezco la gran aportación de Tati a la comedia, pero como espectador subjetivo me aburré, y mucho. Y sinceramente me da mucha pena y envidia, porque conozco a mucha gente que disfruta con la obra de Tati, pero supongo que eso es algo inherente en cada ser humano (también detesto y me aburre todo Fellini, y no me queda más remedio que reconocer que su filmografía está repleta de Obras Maestras).
Por lo que simplemente diremos que Tati no es un humor para todos los paladares, que habrá quien lo adore y beatifiqué como un genio inconmensurable (que lo es) del humor visual, y otros que se aburrirán con esa sucesión de gags anticuados, obsoletos y fosilizados.
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