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John Barry (2010) por El Despotricador Cinéfilo

A todos los que somos aficionados a la música de cine nos ha entristecido la reciente muerte de John Barry, pues estamos ante uno de los compositores más emblemáticos que ha dado el cine. Pero Barry, a pesar de la gran belleza, popularidad y lirismo de algunas de sus partituras siempre fue, a mi parecer, un compositor mediocre.

Esto no quiere decir que no disfrute con su música, porque lo hago y mucho (muchísimo incluso, diría). Es cierto que Barry era excepcional para describir con sus melodías la ambientación y la atmósfera de la película, pero raramente profundizaba en los hechos, la psicología de los personajes o las situaciones (como magistralmente han hecho Maestros de la talla de Goldsmith, Williams, Morricone, Rozsa o Herrmann).

¿Es esto necesariamente algo malo? Claro que no, porque Barry (en su peculiar, conservador, romántico, evocador, identificable y algo estancado estilo) ha proporcionado algunas de las bandas sonoras más indelebles, populares e imperecederas de la Historia del Cine, pues las películas a las que iba destinada su música eran muy apropiadas a su estilo.

Por tanto, disfrutemos del mejor Barry (desde las rítmicas y pegadizas aportaciones de los años 60 hasta el lirismo desaforado de sus obras más populares). Y, por cierto, cuando a Juan Pablo II se le preguntó hace unos años en una entrevista cuál era su música favorita de todos los tiempos (lo normal hubiese sido responder que la de Mozart o algo así), contestó que la de la película Bailando con lobos. Y no me extraña, pues escucharla con los ojos cerrados te hace sentir más cerca del cielo, y solo por ello su obra es ya inmortal.

Adiós, Maestro.

1 comentario:

  1. John Barry no fue un compositor "mediocre". Fue uno de los GRANDES, a la altura de Mancini, Jarre, Elmer Bernstein, Goldsmith, Herrmann, Rota o Morricone.

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