Es difícil calcular cuántas películas me he visto a lo largo de toda mi vida. Probablemente unas 6.000 (la amplía mayoría de cine clásico). Lo que un día descubrí de mi mismo es que si hiciese la lista de mis 20 películas favoritas no estaría ninguna de Star Wars entre ellas. Ni siquiera estaría entre las 100 favoritas ni entre las 1000 favoritas.
Y es que para los que hemos nacido en la década de los años 70 las películas de Star Wars no son películas. Es algo más importante que eso. No juegan en la misma liga que todas las demás Obras Maestras que ha dado el cine. No es cine. Star Wars es nuestra infancia. Está incrustada en nuestra infancia y es más un sentimiento o una emoción que una película en sí. Excusa decir que me las he visto miles de veces. Y las volveré a ver otras otras miles de veces en los próximos años para recobrar esa emoción que quedó enquistada en mi corazón en mi infancia y marco mi vida como cinéfilo para siempre.
¿Existiría la web de El Despotricador Cinéfilo si no hubiesen existido nunca las películas de Star Wars? Difícil de responder es, pues estoy seguro que mi gran amor por el cine (y por el cine clásico que tanto devoro) nació cuando escuché por primera vez con apenas 5 años esa fanfarría del Maestro Williams que me cogió de la solapa y me marcó la vida cinéfila para siempre. Star Wars para muchos es una religión o una forma de vida. Para mí va mucho más que eso. Es mi niñez. Es la felicidad asociada a mi niñez. Y volver a ver hoy 18 de Diciembre un nuevo estreno de esta saga es volver a ser el niño que fui y a recuperar esa magia que nos inaculó las primeras películas de esta inmortal saga.
Y es que para los que hemos nacido en la década de los años 70 las películas de Star Wars no son películas. Es algo más importante que eso. No juegan en la misma liga que todas las demás Obras Maestras que ha dado el cine. No es cine. Star Wars es nuestra infancia. Está incrustada en nuestra infancia y es más un sentimiento o una emoción que una película en sí. Excusa decir que me las he visto miles de veces. Y las volveré a ver otras otras miles de veces en los próximos años para recobrar esa emoción que quedó enquistada en mi corazón en mi infancia y marco mi vida como cinéfilo para siempre.
¿Existiría la web de El Despotricador Cinéfilo si no hubiesen existido nunca las películas de Star Wars? Difícil de responder es, pues estoy seguro que mi gran amor por el cine (y por el cine clásico que tanto devoro) nació cuando escuché por primera vez con apenas 5 años esa fanfarría del Maestro Williams que me cogió de la solapa y me marcó la vida cinéfila para siempre. Star Wars para muchos es una religión o una forma de vida. Para mí va mucho más que eso. Es mi niñez. Es la felicidad asociada a mi niñez. Y volver a ver hoy 18 de Diciembre un nuevo estreno de esta saga es volver a ser el niño que fui y a recuperar esa magia que nos inaculó las primeras películas de esta inmortal saga.
Pulsa aquí para ver todas las referencias de Star Wars en El Despotricador Cinéfilo:
Y ahora a escuchar relajadamente la música del Maestro Williams hasta que llegue el momento del estreno. Qué maravilloso que a mis más de 40 años aún tenga ilusión, ansiedad, entusiasmo y emoción por algo tan aparentemente banal como un estreno de cine. Eso es lo que hace grande a este arte.
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