Son muchos los que encumbran a Mitchell Leisen como uno de los grandes
del cine de la época dorada de Hollywood y que es lamentable que hoy en
día su nombre no tenga el renombre, el prestigio y la fama de otros
autores de esa época. Yo no soy uno de ellos, de hecho me parece un
cineasta sobrevalorado y que tiene muchas películas insulsas y anodinas,
pero eso no quita que reconozca sin problema que también dispone de
joyas asombrosas en su filmografía como Si no amaneciera, Medianoche, La vida íntima de Julia Norris y sobre todo esta espléndida obra llamada Recuerdo de una noche
por una sencilla razón: cada vez se me hace más difícil que una
película o una canción me emocione (de hecho últimamente solo lo
consiguen algunas canciones de Extremoduro) y por ello lo admiro
profundamente cuando un film también produce esa reacción en...
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