Película de inverosimilitud extraordinaria, tiene mas trampas que una
escopeta de feria, con la agravante de que las artimañas del guión son
bastante
groseras, pues el director ni siquiera hace el esfuerzo de metérnoslas
sin que se note. Situaciones inauditas en un film de denuncia de una
realidad que
se presenta como plausible (spoiler). Cuando la directora de la
guardería comunica a nuestro héroe que se le ha acusado de abuso sexual,
éste - pasado un
momento de comprensible aturdimiento- no reacciona. Se queda mudo,
callado, y por lo tanto, en una actitud de sospechoso asentimiento. Se
intuye que el
personaje es retraído pero una cosa es ser apocado y otra es que frente a
acusación tan grave el marmolillo oponga como toda defensa un silencio
sepulcral y cómplice. Ni siquiera cuando la directora le ¿invita? a irse
a su casa 2 días, nuestro mansurrón hace un mohín de queja. En la
civilizada
Dinamarca, de los derechos civiles y sociales, ni siquiera se le ocurre
ir al sindicato para que le defienda del atropello.. La directora, con
¿cuarto y
mitad? de testimonio, ya construye una causa general y con una premura
insólita convoca a los padres para soltar la bomba atómica: ¿...se están
produciendo en el parvulario ? ¿abusos sexuales?. Así, ? ¿AbusoS
sexualeS? en plural, metiendo a todos los niños en el saco y con el...
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