¿Cómo es posible esto?, pues porque estoy convencido que Don Mario Moreno "Cantinflas" es uno de los mayores genios cómicos de toda la historia del cine, a la misma altura de Chaplin o Keaton, un genio tan prodigioso, carismático y todoterreno que solo con su presencia salva (y requetesalva) cualquier film, por muy guión cutre y edulcorado que tenga.
Después de revisionar bastante de sus películas elijo El Profe por elegir una cualquiera, pues todas son igual de espléndidas y mediocres a la vez, espléndida por una parte porque ver a Cantinflas actuando es una gozada, disfrutando de su enorme talento en cada una de sus palabras que dice, o en cada uno de sus cariturescos movimientos; pero por otra parte, mediocre porque todos esos guiones desprenden una banalidad, simpleza y mediocridad indigna de un artista de su categoría.
Y es que todos sus films pecan del mismo tono de folletín recargado de moralismo, civismo, educación y crítica social por todas partes. Y eso que reconozco un gran valor de poder hacer crítica social en las comedias, pero no a ese nivel que llega al hastío, pues su excesiva carga moralista, reivindicativa y defensora de las desigualdades sociales acaban por ser un lastre en la historia. Si solo se insinuasen sutil, discreta y convincentemente serían buenas películas, pero ahora bien, que la película sea un continuo folletín para reivindicar, criticar y denunciar todas las injusticias acaba anulando el tono de comedia general. Aunque quien sabe, a lo mejor es que no pretenden hacer comedia.
En fin, menos mal que Don Mario Moreno Cantinflas, como todo genio que se precie, está por encima del bien y del mal, y eso repercute que sus películas sean siempre inmortales, aunque el celuloide del que estén hechas sea de tan mala calidad.
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